12 de Agosto de 2021
La oficina nacional del censo de los Estados Unidos nos muestra que en el estado de la Florida hay cerca de 6 millones de personas que se describen a sí mismos como hispanos o latinos, es decir un 27% del total de la población del estado, de estos un 52% son nacidos en los Estados Unidos y un 48% nacieron en otros países.
De acuerdo a un estudio del Pew Fórum el 71% de los Latinos que residen en la Florida se consideran cristianos, la mayoría un 37% son católicos practicantes o nominales, un 22% se describen a sí mismos como evangélicos y un 8% como protestantes pertenecientes a las iglesias históricas como la presbiteriana, luterana o metodista y un 2% está afiliado a las iglesias protestantes afroamericanas. Esto nos indica que un 32% de los Latinos en nuestro estado son Evangélicos o Protestantes y que son un sector muy importante de la sociedad en general. En cuanto a las tendencias políticas e ideológicas de la comunidad latina el mismo estudio señala que un 30% son de tendencia conservadora, un 30% liberal y un 27% moderada.
El Pew Fórum también señala que un 33% de los Latinos en general creen que la Biblia es la palabra de Dios y que debe interpretarse literalmente, un 24% cree que es la palabra de Dios pero que no todo en ella debe interpretarse literalmente y un 30% no cree que la Biblia sea la palabra inspirada de Dios. Es decir para un 57% de los hispanos la Biblia es importante.
Siendo que la palabra de Dios es relevante en nuestra comunidad hispana queremos brevemente reflexionar sobre el tema de la justicia en las escrituras. Desde la perspectiva judeo cristiana la justicia es la primera exigencia del amor, el reconocimiento de los derechos básicos de todas las personas, no solo como seres humano semejantes a nosotros, sino primordialmente como prójimos y hermanos. El profeta Miqueas nos dice claramente lo que Dios espera de nosotros en cuanto a la justicia:
“¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. (Miqueas 6:6-8. RVR 1960).
Es interesante que el profeta no nos diga que debemos practicar la misericordia y amar la justicia, sino que Dios nos llama a practicar la justicia y amar la misericordia. Practicar la justicia es lo que nos demanda el Señor, además de amar la misericordia y andar en humildad con Dios. En las sagradas escrituras se nos muestra que Dios es un Dios de Justicia, y que muestra un gran interés por los pobres y afligidos. En la Biblia muy a menudo se hace referencia a las viudas, los huérfanos y los extranjeros, es decir las personas que no contaban con ningún sistema de apoyo. Israel como nación fue instruida por Dios para cuidar a los menos favorecidos de la sociedad, y en parte su descuido en cumplir con la instrucción de Dios fue una de las razones del juicio y expulsión de la tierra prometida.
“Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;
Que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”. (Deutoronomio 10:17-19 RVR1960).
En el evangelio de Mateo capitulo 25 nuestro Señor Jesucristo menciona que el juicio de las naciones se basara en el pecado de omisión de no haber cuidado de:
“estos mis hermanos más pequeños”.
“Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis”. (Mateo 25:42-45. RVR 1960).
En la justicia divina es claro que la sociedad tiene la obligación moral de cuidar de aquellos más vulnerables. Una de las consecuencias del pecado individual y el pecado institucional es la proliferación de huérfanos, viudas, pobres, presos y extranjeros en la sociedad. Y es por ello que en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos las instrucciones de Dios para cuidar de los más vulnerables en medio nuestro.
El mismo Jesús nos mostro este sentido de Justicia Divina, al instruir a los discípulos en Mateo 6:33 a “buscar primeramente el reino de Dios y su Justicia” sin embargo no es un secreto que en la predicación evangélica por su énfasis en la conversión individual, se descuido por muchas décadas la responsabilidad social de la iglesia, predicamos mucho del pecado individual, pero poco denunciamos el pecado institucional que permite tanta pobreza y exclusión en nuestra sociedad, por ejemplo en los EE.UU el reto de la migración y el encarcelamiento masivo de jóvenes afro americanos y latinos.
La migración Latinoamericana hacia los EE.UU. es causada principalmente por la pobreza y la desigualdad económica en nuestro continente. Un ejemplo de ello si tomamos en cuenta el ingreso de línea de la pobreza de 3, 3 dólares por día establecido por las Naciones Unidas, son países como Honduras, Guatemala y El Salvador que en el 2020 experimentaron una tasa de pobreza del 50%, 33% y 22% respectivamente. No es de extrañar que precisamente de esos países provenga el mayor número de personas que llegan en caravanas a la frontera sur de Estados Unidos con México.
El Covid19 afecto aun mas las economías de estas naciones ya que carecen de un sistema de protección social o reservas fiscales para hacer frente a las consecuencias de la pandemia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que durante el 2020 en El Salvador hubo un aumento del 9,8% de la pobreza extrema, en Honduras de un 5.5% y en Guatemala de un 2.1%, evidentemente en estos países denominados el Triangulo Norte la pandemia ha generado más pobreza e indigencia.
En nuestro país el tema del encarcelamiento masivo es un escándalo que ya no se puede ocultar, aproximadamente un 93% de los que son condenados y van a la cárcel por ofensas relacionadas al uso de drogas son jóvenes afro americanos y latinos, mientras que los jóvenes anglo sajones que usan drogas en la misma o aun mayor proporción son enviados a servicio comunitario o se les otorga libertad condicional bajo supervisión (parole) por ofensas similares no violentas en la mayoría de los casos. Es evidente que el racismo institucional del sistema judicial juega un rol determinante en el encarcelamiento masivo de nuestros jóvenes.
Estos dos temas mencionados brevemente y otros importantes como: el racismo, la pandemia del Covid19, los retos de la cobertura de salud, las deudas estudiantiles universitarias, la pobreza y la inseguridad alimentaria serán considerados en una serie de artículos posteriores ya que en Missión Talk estamos comprometidos a movilizar, organizar y educar a nuestros jóvenes y líderes evangélicos hacia una dimensión más profética que permita que las instituciones de nuestro estado sean más justas hacia las personas más vulnerables en nuestra sociedad, a quienes el evangelio de nuestro Señor Jesucristo nos llama a hacer participes de la justicia.
Equipo Editorial de Mission Talk.