Fe y Covid19

29 de Septiembre de 2021

      La actual pandemia del COVID19 ha creado un reto enorme al sistema de salud público y privado de los Estados Unidos, y contribuyo a desigualdad económica en nuestra nación.  Los líderes cristianos al igual que muchos gobernantes y legisladores, doctores, economistas y sociólogos tratan de responder a la incertidumbre y a las interrogantes de la sociedad actual frente a esta pandemia.

“El  Covid19 ha creado nuevos paradigmas que necesitan nuevas respuestas.

      La Fe cristiana no tiene todas las respuestas científicas o medicas a los retos que el COVID19 está presentado. A muchos creyentes evangélicos les  surgieron las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo es posible que tuviéramos que dejar de reunirnos en los templos para  celebrar el culto de adoración a Dios, por la posibilidad de contagio de un microorganismo? 
  • ¿Donde está Dios e medio de todo esto? ¿Y qué pasa con los dones de sanidad dados a la iglesia?  ¿Es posible reconciliar el Cristo crucificado y sufriente de la teología católica, con el Cristo triunfante de la resurrección de la teología protestante y evangélica?

      Si algo nos muestra la historia, es que esta es cíclica, o como lo expresa la literatura de sabiduría hebrea:

“¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol”.

¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido”. (Eclesiastés 1:9-10. RVR1960).

El Reformador Martin Lutero  y la peste bubónica. 

      En pleno apogeo de la reforma de Martin Lutero, la peste bubónica  azoto a Europa en 1527  y ocasiono millones de muertos, ya que no existían los adelantos de la medicina moderna, esto presento un reto al joven reformador y este respondió en una carta dirigida al Reverendo, Dr. John Hess, su amigo y confidente, que se registra en el libro del los trabajos de Lutero, volumen 43, página 132 “Si uno puede huir de una plaga mortal”  y que cita textualmente a Lutero de la forma siguiente:

“Le pediré a Dios misericordiosamente que nos proteja. Luego fumigare, ayudare a purificar el aire, administrare la medicina y la tomare. Evitare lugares y personas donde mi presencia no sea necesaria para no contaminarme y, por lo tanto, infligir y contaminar a otros y así causar su muerte como resultado de mi negligencia. Si Dios quisiera llevarme, seguramente me encontrara y he hecho lo que esperaba de mi, por lo que no soy responsable ni de mi propia muerte ni de la muerte de los demás. Sin embargo, si mi vecino me necesita, no evitare el lugar o la persona, sino que iré libremente como se indico anteriormente. Mira, esta es una fe tan temerosa de Dios porque no es descarada ni imprudente y no tienta a Dios.”

      Para muchos cristianos del tiempo de Lutero la peste bubónica era un juicio de Dios, algunos huían con mucho temor a otros pueblos y ciudades y propagaban la peste, algunos pensaban que el tiempo del fin había llegado, por eso el reformador considero necesario orientar en esta carta cual debía ser el rol de los ministros del evangelio.

El Corona Virus: Teorías de la Conspiración.

      Al inicio de la pandemia circularon muchas teorías de la conspiración y lamentablemente muchas de estas fueron aceptadas por muchos evangélicos, por razones de espacio solo mencionaremos tres de las más populares.

      En primer lugar, la teoría de que el virus fue un invento de los Estados Unidos para perjudicar a China, esta versión se hizo muy popular entre muchas, sus proponentes argumentan que los Estados Unidos utilizo esta arma biológica para detener el crecimiento económico de China, sin embrago conforme las semanas fueron avanzando y fue evidente que los EE.UU. fue uno de los países más afectados, entonces el ruido de esta teoría bajo de tono.

      En segundo lugar, la teoría de que el virus fue un invento de China para perjudicar a los Estados Unidos, y finalmente desplazar a esa nación del primer lugar como potencia económica. En algunos medios de comunicación se referían al  Covid19  como el “virus chino”, una expresión xenofóbica que contribuyo al aumento de las agresiones verbales y físicas en contra de personas de origen asiático en los EE.UU.

      En tercer lugar, y quizás la más popular de todas, la teoría de que  el virus es una invención de Bill Gates, el multimillonario dueño y co-fundador de la compañía Microsoft, esto debido a que en una conferencia TED TALK en la ciudad de San Francisco en el año 2015, donde el filántropo que ha donado miles de millones de dólares a la ciencia, y la lucha contra el hambre y la pobreza, advirtió que la mayor amenaza para la humanidad no era una guerra nuclear, sino muy probablemente algún tipo de enfermedad infecciosa ocasionada por un virus mortal. El video en YouTube donde Gates hace estas declaraciones se hizo viral con millones de ha millones de vistas. 

      En el internet muchos se hicieron eco de la falsa noticia que Gates estaba asociado con el laboratorio farmacéutico de Inglaterra Pirbright Institute, y que habían conseguido la patente del coronavirus, la teoría implica a Gates como financista del instituto y en querer lucrarse económicamente con la creación de una vacuna para prevenir el contagio del virus. El instituto de Pirbrigth tuvo que aclarar que sus investigaciones no son relacionadas a virus humanos, sino que se enfocan en conseguir una vacuna para prevenir o curar enfermedades respiratorias en animales de granja. 

Las Redes sociales y las teorías conspirativas.

      Uno de los mayores retos después de la pandemia en sí misma, es la desinformación, en parte debido al acceso a las redes sociales que nos ha dado la facilidad de opinar y compartir información, algo que antes solo estaba reservado a profesionales de la comunicación en la radio, la televisión o los periódicos impresos.

      El reto es que ahora cualquiera puede compartir  información  por las distintas redes sociales,  información muchas veces tergiversada o simplemente falsa, que se propaga irónicamente aun más rápido que el mismo virus, este uno de los mayores desafíos de la humanidad, la pandemia de la desinformación. Muchas  teorías de la conspiración circularon ampliamente tanto en  Youtube, como en Facebook y otras redes sociales. 

      El porqué personas esparcen rumores, noticias falsas, sin tener pruebas científicas a la mano fue objeto de estudio por parte de un  equipo de investigadores, entre los que destacan: Gordon Pennycook, Jonathon McPhetres,  Yunhao Zhang & David G. Rand, de la Escuela de Negocios de Hill Levene, el departamento de psicología de la Universidad de Regina. La escuela de negocios, el instituto de datos y estadísticas, el departamento de ciencias cognitivas y del cerebro del Instituto de Tecnología de Massachusetts. En dos estudios  en los Estados Unidos participaron 1600 personas de diferentes trasfondos sociales, educativos, económicos, de raza y sexo, así como de ubicación geográfica. 

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La principal  conclusión del estudio fue que:

“las personas comparten afirmaciones falsas acerca del Covid19 es en parte porque simplemente no piensan lo suficiente sobre si el contenido es o no verdadero al decidir que compartir en sus redes sociales”.

      El estudio 1 indico que los participantes eran muy pésimos al discernir entre el contenido verdadero y falso al decidir lo que compartirían en las redes sociales cuando se les preguntaba directamente sobre la precisión de la informaciones.  Los participantes que poseían un mayor conocimiento de la ciencia, mostraron un pensamiento más analítico y fueron más exigentes en sus creencias y en compartir información. 

      En el estudio 2 encontraron que un simple recordatorio al comienzo del estudio al pedirle a los participantes que juzgaran la precisión del titular relacionado con el Covid19, duplico el nivel del discernimiento de la verdad en las intenciones de compartir la información en las redes sociales de los participantes. El resultado sugiere que motivar a las personas en la precisión o veracidad de la información es una manera simple de mejorar las opciones sobre lo que la gente comparte en las redes sociales.

      Por otra parte las plataformas sociales implementaron algunas medidas que han  tenido  un impacto positivo en disminuir la gran cantidad de información errónea sobre la actual pandemia del covid19.  El vicepresidente de Facebook, Guy Rosen  publico lo siguiente en un blog el 16 de Abril del 2020: 

“Vamos a comenzar a mostrar mensajes en el muro de noticias (news feed) a las personas que le han dado like, reaccionado o comentado sobre la información errónea acerca del covid19 que hemos eliminado desde entonces. Estos mensajes conectaran a las personas con los mitos del Covid19 desacreditados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluidos los que hemos eliminado de nuestra plataforma por provocar daños físicos inminentes. Queremos conectar a las personas que pueden haber interactuado con información errónea dañina sobre el virus con la verdad de fuentes autorizadas en caso de que vean o escuchen estas afirmaciones nuevamente fuera de Facebook. La gente comenzara a ver estos mensajes en las próximas semanas”.

      Así que la próxima ocasión que recibas por  YouTube o WhatsApp o cualquier red social la más reciente teoría de la conspiración, es mejor preguntarte antes de reenviarlo, sin ni siquiera pensarlo, ¿Es esta una información confirmada por fuentes serias y creíbles?

Equipo Editorial de Mission Talk.